Maestros

Maestros

lunes, 6 de diciembre de 2010

Fútbol e historieta humorística (II)

Si bien esta historia de La Barra de Pascualín pertenece a una revista de 1959, posiblemente la aventura original se haya publicado en Avivato. De cualquier forma, nos trasladamos a una época donde el verdadero clásico sudamericano era Argentina-Uruguay. Si, como supongo, esta aparición de Pascualín defendiendo el orgullo argentino (¿una selección barrial?) en cancha oriental corresponde a mediados de los 50 o antes, tenemos que tener en cuenta que Brasil venía detrás de los dos grandes equipos rioplatenses, no habiendo aún ni siquiera ganado su primer mundial. Es que desde principios de siglo ambos países se habían repartido la mayoría de los campeonatos sudamericanos y Uruguay ya tenía además dos títulos mundiales y dos medallas de oro olímpicas. Argentina había brillado principalmente en los '40 con grandes jugadores (así lo cuentan nuestros padres y abuelos) que lamentablemente no se dieron a conocer al mundo debido a la 2da. Guerra Mundial...
En este contexto, Héctor Torino armó un enfrentamiento "amistoso" en el cual se irán sucediendo circunstancias donde las presiones que soportan los jugadores de hoy son en comparación un juegos de niños.
Evidentemente, Torino amaba el fútbol ( e hizo vivir varios momentos futboleros a Don Nicola y Pascualín, juntos o por separado). No se puede pensar otra cosa cuando se inventa un partido tan delirante como éste. Se puede ver también que, a diferencia de Patoruzu, donde el partido ocupaba solo una parte de la historia o era el momento culminante de la misma, aquí prácticamente todo se desarrolla en la cancha, cosa que se me ocurre requiere de mucha habilidad e imaginación.
Con Don Nicola como figura invitada en el rol de árbitro (actividad más peligrosa que administrar un conventillo, como se verá) los invito a disfrutar un Argentina-Uruguay imperdible.



Héctor Torino: La Barra de Pascualín: "Amistoso Rioplatense", en La Barra de Pascualín Extra número 2, Super Libro bimensual, 15 de setiembre al 15 de noviembre de 1959.

10 comentarios:

  1. Muy bueno Luis.....recuerdo esa época y como tu bien dices, el fútbol era propiedad de Argentina-Uruguay.... Argentina no estaba muy interesada en el mundial de esos tiempos, porque el campeonato sudamericano....fué el primero y mas importante, por lo tanto entonces era primordial defender los colores del campeonato más importante del mundo....y no es cuestión de envidia, pero Brasil vino mucho después. Torino era un verdadero amante del futbol y esas historietas son una joya de Museo....gracias por los recuerdos...
    Osvaldo

    ResponderEliminar
  2. Uy, que lindo, Luis! Viene de Avivato, seguro. Los remates parciales y las didascalias que funcionan como enlaces, dan cuenta del diferente formato original. En general, las historietas en continuará de Torino, permitían disfrutar cada episodio autónomamente, aunque uno no la siguiera, porque procuraba cerrar de algún modo la página, justamente para el lector ocasional. Y acá han debido adecuar el tabloide, donde encajaban cuatro tiras con el primer cuadrito de presentación, a este extraño formato entre tabloide y apaisado. Las primeras Nicolita también venían así. Abrazo

    ResponderEliminar
  3. Estimado Laino, me alegra mucho que le haya gustado esta historieta, que retrata tan bien una época. Mi padre así como era gran lector, tambien amaba el fútbol, cariño que afortunadamente heredé.
    Un Messi no surge de casualidad, viene respaldado de una gran historia. De la misma forma, los Liniers y Tute de hoy existen porque alguna vez hubo un Torino y tantos otros. Creo que fútbol e historieta tienen mucho en común. Un abrazo y gracias por su comentario.

    ResponderEliminar
  4. Hola, Miguel, sabía que esta aventura futbolera te iba a gustar, creo que todo o casi todo lo que vos tan bien analizás y elogiás de Torino está aquí. Hay cosas geniales: esa locomotora que pasa con la "barrera" delante cuando Pascualín patea, el arquero que pone a sus nenitos delante del arco para trabajarle el corazón a Pascualín y el hincha sacando el brazo con la banderita por un agujero del cajón no tienen precio. ¿Sabés lo que pensé? Qué buena historia para transformar en un dibujo animado...
    Un abrazo y gracias por tu aporte.

    ResponderEliminar
  5. ¡Muy lindo esto, ché!

    Muy valioso tu blog, chabón, ¡ya me hago seguidor!

    ¡Saludos y gracias!

    ResponderEliminar
  6. Gracias a ambos por sus comentarios!

    ResponderEliminar
  7. Que buena historieta Luis ! Tengo ganas de hacer una pequeña entrada sobre Torino en el grupo de Face y estuve repasando cada una de tus notas y las de Miguel. La mayoría las recordaba ( incluidos los comentarios que había dejado ), pero esta se me pasó de largo. Extraordinario! Un Torino clásico, desopilante, para admirar los detalles de cada cuadrito.
    No pude dejer de pensar en el indio Patoruzú, y lo bien que encajaria en el papel de Pascualín. Que lastima que resulte tan difícil encontrar etas joyas de don Hector ! Ahora mismo me vuelvo loco intentando buscar la tapa de esa genialidad que es "El caserón de las sombras" sin encontrar siquiera una mala foto por Mercado Libre. Pagaria lo que no tengo por una buena recopilación del querido tano. Gracias por cada uno de tus aportes y por acercarnos estas joyitas. Abrazo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. hola creo que esa historieta la tengo repe...si precisas la tapa te la escaneo

      Eliminar
  8. Mirá vos, Eduardo, y eso que esta entrada es de 2010... Pero claro, se van sumando las historietas y a veces ni yo me acuerdo, ja, ja... Me alegra que la hayas disfrutado y si querés subirla al Face no hay inconveniente.

    ResponderEliminar