Maestros

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miércoles, 19 de octubre de 2011

Inicios de Quinterno

Dante, a los 15 años (en su etapa junto a Taborda) y a los 18 (cuando se hizo acreedor al premio otorgado por Caras y Caretas)

En octubre de 1931 Dante Quinterno concedió por última vez un reportaje a un medio. Recién volvería a hacerlo 65 años después para Viva. En aquél entonces decía:
“Estaba buscando un personaje. Encontré a Patoruzú después de haber estudiado la psicología de los indios que sobrevivían en el país, y me interesó especialmente el más bonachón e ingenuo, a pesar de que a poco de haber llegado a la ciudad, y seguramente por malos ejemplos, se fue avivando demasiado…”
Lo cierto es que luego de ser anunciado los dos días anteriores, el 19 de octubre de 1928 (hace hoy 83 años), en el primer cuadro de la tira Don Gil Contento hacía su aparición el indio gritando:
“¡Guagua! ¡Piragua! ¿Vos sos meu tutor, chei? Curugua-Curiguagüigua te saluda”
Don Gil le responde:
“¡Por fin llegaste, Patoruzú! Te bautizo con ese nombre porque el tuyo me descoyunta las mandíbulas”
Y así comenzaba una gran historia, no exenta de polémicas o críticas en algunas ocasiones, pero que finalmente ha llevado al reconocimiento prácticamente unánime del cacique en la actualidad.
Sobre el mundo del indio podemos ver mucho material a través de los blogs de algunos coleccionistas e investigadores. Por eso, pueden darse una vuelta por PatoruzúWeb (Sergio Maganás), Mundo Quinterno (Hernán Schneider), Historietas-Cine-Teatro (de Miguel Dao), entre otros, además de la página de la empresa Los Tehuelches y del blog Siulnas Historiador.

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En este caso, entonces, vamos a retroceder a la etapa previa a Patoruzú, intercalando datos biográficos y primeros trabajos de Quinterno.
El primer antecedente con el que contamos es el de su abuelo piamontés -Pedro- quien llegó a la Argentina en 1885 y se instaló en la zona de San Vicente, donde adquirió unas chacras para trabajar en la plantación y comercialización de frutas.
Más tarde, del matrimonio entre Martín Bautista Quinterno y Laura Raffo nacería Dante Raúl, el 26 de octubre de 1909. La pareja tendría otros tres hijos: Celia, Luisa y Laura.

En 1923, un gran acontecimiento atrae a todo el país: la pelea Firpo-Dempsey en Polo Grounds, EEUU. Este match (enormemente recordado porque el boxeador argentino logró tirar fuera del ring al norteamericano, quién tardó más de 10 segundos en volver a estar de pie sobre el cuadrilátero, pero cuando lo hizo – ayudado – fue finalmente para llevarse la victoria) dio lugar a la publicación en la sección de lectores de Páginas de Columba de dibujos alusivos al mismo. Allí Dante presenta sus primeros tres dibujos, junto al trabajo de otros colaboradores.

1924: Diógenes “Mono” Taborda toma como ayudante al futuro creador de Patoruzú, quien en esos momentos cursaba sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia. Así, en la revista Monos de Taborda, el "pibe" Quinterno publica su historieta "Una caricatura trájica" (así escrito) en la sección que acepta colaboraciones de todas las edades.

Pero en 1925, al fallecer aquel famoso dibujante humorístico, Dante se convierte en colaborador de otro prestigioso plumín: Arturo Lanteri.
El 29 de julio (para algunos el 17 de junio) de ese mismo año hace su debut como profesional del dibujo publicando Panitruco (de apellido Peñaloza) en las páginas de la revista El Suplemento, con guiones de Carlos Leroy. Este personaje suele tener relaciones con carteristas, situación no bien vista por su padre y, además, soporta los “mangazos” de su hermana Mandarina…

La primera tira propia de Quinterno surge el 1ro. de febrero de 1926: Andanzas y Desventuras de Manolo Quaranta, para La Novela Semanal. Manolo es un hombre maduro que vive variadas situaciones y será el primero de los antecedentes de Isidoro Cañones.
Este mismo año se inicia en Mundo Argentino la historieta Don Fermín (rebautizada Don Fierro en la Patoruzú semanal de la década siguiente (1). Este sufrido personaje deberá lidiar con los holgazanes Crosta y Constantino (y luego con su insoportable jefe en la oficina, ya como Don Fierro).

La siguiente creación surge el 24 de agosto de 1927 en Crítica, diario dirigido por Natalio Botana. Se trata de la tira Un Porteño Optimista, nuevo paso de comedia y también un pre-Isidoro.
Mientras tanto, en este mismo período 1926/27 ilustra diversos textos para Don Goyo.

Llegamos a 1928, el año clave: En mayo gana un concurso en Caras y Caretas por su historieta “Un cónyugue libertino” (ver entrada anterior), compartiendo el premio con Eduardo Linage y Néstor René González Fossat.
El 5 de julio la historieta Un Porteño Optimista pasa a llamarse Aventuras de Don Gil Contento. Y será allí, como expresamos al comienzo, que hará su debut el gran Patoruzú. A partir de entonces, empieza otra historia, para Quinterno y para la historieta argentina…

Para complementar esta entrada, en los próximos días algunos de sus trabajos iniciales: los publicados en Páginas de Columba y en Don Goyo.


(1) Le agradezco a Hernán Schneider su aporte para agregar los datos sobre Don Fermín (ver comentarios).



Bibliografía:

Gociol-Rosemberg: La Historieta Argentina, una historia (De la Flor, 2000)
Siulnas: Historia del Humor Gráfico y Escrito en la Argentina (Tomo I, Eudeba, 1985)
Rodríguez Van Rousselt, Hernán Ostumi, Andrés Ferreiro, Mario Formosa y Fernando García: Patoruzú, Vera Historia no oficial del grande y famoso cacique tehuelche (La Bañadera del Comic, 2001)
Muzio, Susana: Releyendo Patoruzú (Espasa, 1993)
AAVV: Libro de Oro de Isidoro (Grupo Editorial Norma, 2007)
Andrés Cascioli, Oche Califa: La Argentina que rie (Fondo Nacional de las artes, 2008)
Ezequiel Martínez-Carolina Ravier: El misterio del hombre que inventó a Patoruzú (en revista Viva, 1996)