Maestros

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lunes, 18 de junio de 2012

...Y el Museo del Humor abrió sus puertas

Vista nocturna de la entrada, con queridos personajes invitando a ingresar

Finalmente, este sábado se inauguró el MUHU. Como hubo que esperar un tiempito para entrar (hasta finalizado el acto con autoridades, dibujantes e invitados especiales), la gente – con frío pero de un buen humor a tono con la circunstancia – empezó a repetir un divertido “¡queremos reir, queremos reir!”, lo cual después de unos minutos surtió el efecto deseado y se nos hizo ingresar.

Todo lucía muy prolijo y así comenzamos a disfrutar de la exposición, que se dividía entre dibujos originales y antiguas revistas. Por allí caminaban, daban notas y charlaban con los presentes Quino, García Ferré, Garaycochea (con muestra propia, además), Hermenegildo Sábat y el director Hugo Maradei, todos muy satisfechos por la considerable concurrencia.
También alcancé a reconocer a otros humoristas como Crist, Sendra y a los de generaciones más recientes como Kappel, Tute, Nando y César Da Col (seguro me estoy olvidando de algunos).

Una entrevista al director Hugo Maradei (más atrás se alcanzan a distinguir a Crist y Sábat) y Quino junto a la admiración de sus seguidores

Todos valoraron la calidad del material expuesto

Por mi lado, me encontré con Toni Torres (del Club del Cómic) con quien estuve charlando. Luego se dio un hecho gracioso cuando dos chicos de TEA justo nos habían escuchado y en cuanto Toni siguió su camino se acercaron a mí para hacerme algunas consultas sobre la muestra y el Museo, así que imprevistamente me convertí en el entrevistado desconocido sin que por suerte nadie haya preguntado por mis méritos. Espero que lo que sabía haya sido útil para ellos...También me llamó la atención que había otras personas tomando apuntes, posiblemente para realizar un trabajo por estudios.
Después me seguí dedicando a ver las obras y sacar algunas fotos, además de tratar de rescatar cuatro o cinco folletos para repartir más adelante.

El lugar es muy bonito, cuenta con una planta baja y un subsuelo para recorrer y comprobé a cada paso el entusiasmo de la gente, tomando fotos de lo expuesto o sacándose una con los propios artistas. Me llamó la atención la mirada de niño imaginativo de Ferré y todo lo que transmitía Quino, como si estuviese en otra dimensión. Un hombre realmente especial y que con toda amabilidad charló con quien se acercaba a saludarlo.

Por suerte, la vuelta fue mejor de lo esperado: Toni se ofreció para acercarme con su auto, cosa que le agradecí mucho teniendo en cuenta las dificultades del lugar para conseguir colectivo de vuelta y el frío que acompañaba.

Antiguos y simpáticos personajes recibieron a la gente o estuvieron a cargo de que ningún detalle quedara sin resolver

Manuel García Ferré fue uno de los que captó mayor atención, pero las obras de Garaycochea también tuvieron muchos adeptos

Sólo resta agregar que quienes no pudieron llegarse hasta allí este fin de semana traten de hacerlo en cuanto puedan. Un mundo donde se unen la risa, la imaginación, la calidad de las ilustraciones y nuestra historia los está esperando.